miércoles, 3 de octubre de 2007

Empieza La Marcha

Varias veces hemos escuchado la frase “El pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”.
Con esta idea como premisa, intentamos dar a conocer paralelamente dos historias, o una sola, en dos partes:
En primer lugar el surgimiento de la Asociación de Las Madres de Plaza Mayo, para poder responder a muchos de los “por qué” y los “cómo”; en segundo lugar, dar a conocer qué es lo que la Asociación está haciendo hoy en día, para explicar por qué sigue en pie, y para qué.

Somos estudiantes de Comunicación Social y sabemos que la palabra es el arma más fuerte que tenemos para llegar a la gente, para comunicarnos, generar el diálogo.
Somos de la generación nacida en democracia, que pregunta que pasó antes y muchas veces nos contestan con cierto temor. Queremos saber y entender, y queremos que todos puedan tener acceso a eso.

Desde los comienzos de la carrera se nos enseñó que nuestro compromiso con la verdad debe ser auténtico, inquebrantable, que debe estar por encima de todo. Creemos que esta es una buena forma de comenzar.

Aprender de la lucha, entenderla y hacer que otros la entiendan. Seguir los pasos de una marcha que comenzó desde un dolor y que continúa, marchando incesante. Una marcha que toma distintos rumbos, siempre con sus ideales intactos.


LA MARCHA será nuestro medio, nuestra herramienta para lograr este objetivo. La idea es que sea un espacio abierto, en donde no sólo esté al alcance información de la Asociación, sino que también sirva para generar ese diálogo entre quienes vivieron esa historia, la sufrieron, la padecieron, y los que queremos conocerla, interiorizarnos, y entenderla.
Somos de la generación nacida en democracia que camina hacia el futuro sin saber mucho del pasado. Somos los que leemos el “Nunca más” y la “Carta Abierta a la Junta”, y nos horrorizamos con testimonios y videos, pero que nunca se nos hablo de “igual a igual” de algo que nos afecta directamente por el sólo hecho de ser argentinos.
Queremos cambiar eso.



Víctor Medina
Natalí Valdivia

1 comentario:

Eric dijo...

Gracias a dios, no he sufrido en carne propia las aberraciones de lo que fue sin dudas la etapa mas oscura de nuestra historia. Pero pertenezco a la generación de vuestros padres, y cargamos sobre nuestras espaldas una muy pesada mochila, y en nuestras mentes un recuerdo tan trágico de todo lo vivido que es imposible olvidar.
Deseo fervientemente que ese cambio que pretenden con toda la fuerza de sus juventudes algún día pueda hacerse realidad. Mucha suerte.